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Alba Melendo, estilista: "Comencé con celebridades por necesidad, las revistas ya no pagan"

La vida de Alba Melendo: una estilista en el centro del mundo de la moda

Alba Melendo vive entre París, Milán y Madrid, donde su vida transcurre a un ritmo acelerado. Su trabajo se desarrolla entre telas, estrellas del pop y el constante movimiento de las máquinas de coser que ajustan las prendas de alta costura a los cuerpos de sus clientas. Esta madrileña de 39 años, nacida en Teruel pero criada en Puerta de Toledo (Madrid), es una figura reconocida en el mundo de la moda. Sus nombres destacados incluyen a Karol G, Aitana y Bad Gyal, quienes confían en ella y en su equipo de nueve asistentes para vestirlas y a sus bailarines. Además, figuras del deporte como Alexia Putellas también recurren a su experiencia. Diseñadores como Palomo Spain se encomiendan a Melendo en sus desfiles para garantizar que todo funcione perfectamente.

Además de su labor como estilista, Alba Melendo también graba Fashion Sucks, un podcast junto a la periodista Raquel Fernández Sobrín, que explora los entresijos del sector de la moda, rompe tópicos y presenta a profesionales españoles que triunfan internacionalmente. En octubre pasado, estrenaron la segunda temporada con nombres aún más potentes y un consultorio donde los oyentes pueden hacer preguntas sobre el mundo de la moda.

¿Qué hace un estilista?

En España, un estilista suele ser alguien que peina y maquilla, pero fuera de nuestro país, el término se refiere a quienes construyen la imagen de una persona a través de su vestimenta. Esto puede incluir sesiones de fotos, conciertos, videoclips o apariciones públicas. Para Alba, este trabajo es divertido y vocacional. No soportaría un trabajo de oficina, y lo que más le gusta es vestir a superestrellas del pop, a tiktokers con millones de seguidores y a gimnastas olímpicas. Compartir momentos con estas mujeres le resulta emocionante, ya que además de la ropa, surgen conversaciones interesantes y nuevas amistades.

Cómo llegó hasta ahí

Alba estudió Periodismo por recomendación de sus padres, pero siempre quiso dedicarse a la moda. Su carrera le dio una visión amplia del mundo, y entró al sector como reportera en Milán para Fashion TV, un canal internacional que ya no existe. Posteriormente, fundó la revista ODDA y aprendió a gestionar todo desde las fotos hasta la publicidad. Este camino fue posible gracias a su autodidacta y a su pasión por la moda.

Obstáculos y desafíos

Este trabajo es de fondo, y en el pasado era accesible solo para quienes tenían recursos económicos. Para Alba, vivir fuera de España fue clave, especialmente meterse en el centro de la moda en París y Milán. En España, es común que el maquillaje y la peluquería lo haga la misma persona, algo impensable en otros países. Aunque el trabajo con celebridades tiene sus ventajas, también tiene desventajas, como la pérdida de credibilidad en ciertos círculos de la moda.

Trabajar con celebridades

Según Alba, satisfacer a una superestrella depende del feeling. Ella debe creer en su proyecto y, aunque comenzó con celebridades por razones económicas, ahora considera que es uno de sus trabajos favoritos. Ha aprendido sobre la marcha, y ha tenido experiencias únicas, como vestir a 300 bailarines para los Grammy Latinos o para la NFL en Brasil. Trabajar con Aitana le permite crear looks icónicos al nivel de Britney Spears, aunque reconoce que vestir a celebridades puede restar credibilidad en el mundo de la moda.

Inclusión en proyectos

Alba puede llevar la voz cantante o trabajar en conjunto con el director creativo de la artista. Por ejemplo, con Karol G, se coordina con Pablo Artola, el director creativo de la artista. Además, le gusta vestir a sus clientes con piezas históricas de diseñadores, ya que el lujo no está solo en lo nuevo, sino en lo icónico del pasado. También compra en tiendas como Cobo Calleja, donde encuentra complementos sin marca que sirven para crear looks en la publicidad.

Moda y responsabilidad social

Alba menciona que en el mundo de la moda hay falta de conciencia social, especialmente en temas como Gaza. También destaca que en Francia, un país con episodios de antisemitismo en el pasado, todos andan con pies de plomo. En cuanto a los cambios en la moda desde los años 2000, Alba señala que hay aspectos positivos y negativos. El movimiento body positive no ha calado del todo, ya que a pesar de los discursos, las tallas para personas más grandes siguen siendo difíciles de encontrar en las pasarelas.

Cambios positivos

Aunque hay aspectos negativos, también hay mejoras. Ahora se respeta más al trabajador, especialmente a los becarios. Sin embargo, Alba advierte que algunas nuevas generaciones se pasan de frenada. Si se les pide algo extra, como traer un café, reaccionan con rechazo. Según ella, es importante ser multitarea, aunque no se trate de obedecer a un jefe villano. Traer un café no debería considerarse humillante.

Moda en España

En el podcast, Alba entrevista a españoles desconocidos en España, pero reconocidos en la industria. Según ella, los españoles somos muy currantes, tenemos ganas de salir de aquí para ser alguien en el mundo de la moda. Además, en los episodios se cuentan anécdotas surrealistas, como cuando Kanye West quería arrebatar botas de segunda mano. Alba menciona que en su viaje a Madrid, Palomo le regaló una camiseta con su nombre, y luego se compró camisetas con "¡Madrid!" para presentarse adecuadamente en otro evento.

Influencia de su entorno

Alba creció al lado del Rastro, y ese entorno marcó su vida. Puerta de Toledo es una zona con muchos contrastes, y en los ochenta había mucha droga. Por eso, sus padres la llevaron a colegios pijos del centro, donde era "la del sur". Aunque vivía en una zona difícil, se compraba ropa de Dior para niños porque era más barata y quedaba ceñida. Esta experiencia le enseñó a valorar lo que tenía y a aprovechar las oportunidades que se presentaban.