El peligro de ser demasiado amable en el trabajo, según una experta

La psicóloga social Tessa West advierte sobre los efectos de la "amabilidad ansiosa" en el entorno laboral
La psicóloga social Tessa West, profesora universitaria y experta en comunicación interpersonal, ha llamado la atención sobre una práctica que está afectando negativamente la dinámica del trabajo en equipo. En una reciente charla TED, West destacó cómo la “amabilidad ansiosa” está generando estrés, reduciendo la calidad del feedback profesional y afectando la colaboración entre los miembros de un equipo.
¿Qué es la “amabilidad ansiosa”?
West, cuyo trabajo se centra en cómo las personas se conocen y se comunican en entornos como entrevistas o primeras reuniones laborales, explica que la ansiedad social puede provocar reacciones fisiológicas inmediatas. Estas incluyen un aumento en el ritmo cardíaco, la presión arterial y comportamientos impulsivos durante conversaciones tensas. Cuando los profesionales sienten incomodidad, tienden a sobrecompensar con elogios vacíos o genéricos, incluso cuando no reflejan el desempeño real.
Este tipo de retroalimentación distorsiona la percepción del rendimiento y dificulta identificar áreas de mejora. Además, según sus estudios, el estrés es contagioso. Participantes pertenecientes a minorías raciales sincronizaron sus niveles de estrés con interlocutores ansiosos y demasiado amables, influidos por señales no verbales como la evasión del contacto visual.
Consecuencias en el crecimiento laboral
West advierte que la “amabilidad ansiosa” deriva en un “feedback perezoso”, donde los comentarios son tan positivos y generales que dejan de ser útiles. Esto puede frenar ascensos, afectar evaluaciones de desempeño y generar dudas sobre la credibilidad del emisor. Además, los malentendidos en etapas tempranas de una relación laboral pueden perdurar por años, afectando la lectura emocional y acumulando tensiones.
Recomendaciones para un feedback claro y útil
Para mejorar la comunicación profesional, West propone tres acciones concretas:
- Cuestionar los elogios vacíos: Evaluar si realmente aportan valor al equipo.
- Reenfocar la conversación: Cambiar preguntas como “¿fui amable u honesto?” por dimensiones prácticas como general vs. específico o qué mantener vs. qué cambiar.
- Ofrecer retroalimentación accionable: Dar ejemplos concretos y sugerencias claras para la próxima ocasión.
La experta recomienda comenzar con observaciones neutrales para reducir la ansiedad y preparar al receptor para comentarios más críticos. Este enfoque ayuda a construir una cultura laboral más saludable, donde el feedback sea constructivo y orientado a la mejora continua.
Cómo aplicar estas recomendaciones en el día a día
Además de las acciones mencionadas, es importante fomentar un ambiente donde los empleados se sientan seguros para recibir y dar feedback sin miedo a la crítica. Esto implica crear espacios de diálogo abierto y transparente, donde los comentarios sean vistos como oportunidades de crecimiento en lugar de amenazas.
También es fundamental que los líderes modelen este tipo de comunicación. Al demostrar cómo se da feedback de manera clara y específica, se establece un ejemplo para el resto del equipo. Esto no solo mejora la eficacia del trabajo en equipo, sino que también fortalece la confianza y la cohesión entre los miembros del mismo.
En resumen, la “amabilidad ansiosa” puede tener consecuencias significativas en el entorno laboral. Sin embargo, con una comunicación más consciente y directa, es posible transformar esta dinámica en una más productiva y saludable para todos los involucrados.